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Créditos concursales: derechos y obligaciones de los acreedores

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¿Conoces los términos créditos concursales, clasificación créditos concursales y tipos créditos concursales? Si estás buscando información sobre ellos, has llegado al lugar indicado. Desde nuestro despacho de abogados, hemos elaborado este post para explicarte en detalle todo lo que necesitas saber acerca de este tema tan complejo y transitar con éxito los procedimientos de insolvencia.

¿Qué son los créditos concursales?

Los créditos concursales son aquellos que tienen los acreedores de una persona física o jurídica que se declara en concurso de acreedores, es decir, que reconoce su incapacidad para hacer frente a sus deudas. El concurso de acreedores es un procedimiento judicial que tiene como objetivo ordenar el pago de las deudas, proteger los intereses de los acreedores y, en la medida de lo posible, preservar la actividad económica del deudor.

Los créditos concursales se diferencian de los créditos contra la masa, que son aquellos que se generan después de la declaración del concurso, como los gastos judiciales, los honorarios del administrador concursal o los salarios de los trabajadores. Los créditos contra la masa tienen preferencia de pago en los créditos concursales, salvo algunas excepciones.

 ¿Cómo se clasifican los créditos concursales?

La clasificación de los créditos en un concurso es vital para determinar el orden y la manera en que se pagarán las deudas. Según la legislación española, especialmente el Real Decreto Legislativo 1/2020, existen diferentes categorías:

Créditos privilegiados

Tienen un derecho de cobro preferente por encima del resto de los créditos concursales, ya sea en la totalidad o una parte del patrimonio del deudor. A su vez, dentro de los créditos privilegiados, se distinguen dos subtipos: 

Créditos privilegiados especiales

Son aquellos que tienen una garantía real sobre un bien o derecho concreto del deudor, como una hipoteca, una prenda o un anticipo de dominio. Estos créditos se cobrarán con preferencia en el bien o derecho afectado, hasta el valor de la garantía. Algunos ejemplos de créditos privilegiados especiales son:

  • Créditos garantizados con hipoteca voluntaria o legal, inmobiliaria o mobiliaria, o con prenda sin desplazamiento constituida a favor de la Seguridad Social.
  • Créditos garantizados con prenda con desplazamiento de derechos de crédito, valores representados mediante anotaciones en cuenta, participaciones o acciones de sociedades o cuotas de entidades sin personalidad.
  • Créditos garantizados con prenda sin desplazamiento sobre bienes muebles o semovientes.
  • Los créditos garantizados con un derecho de retención de un bien mueble o inmueble por causa de crédito derivado de su construcción, reparación, conservación o mejora.
  • Los créditos por saldos de precio aplazados en operaciones de compraventa de bienes inmuebles o muebles, o de constitución de derechos reales de los mismos, siempre que se haya pactado que el vendedor conserve la titularidad o el derecho real hasta el pago total o parcial del precio.

Créditos privilegiados generales

Tienen un derecho de cobro preferente por encima del resto de los créditos concursales, pero sin afectar a un bien o derecho específico del deudor. Se cobrarán con preferencia sobre el patrimonio libre del deudor, es decir, el que no esté afectado por créditos privilegiados especiales. Algunos ejemplos de créditos privilegiados generales son:

  • Créditos por salarios e indemnizaciones de los trabajadores, con el límite de una triple mensualidad del salario mínimo interprofesional.
  • Créditos por alimentos, con el límite de seis mensualidades del salario mínimo interprofesional.
  • Créditos tributarios y los de la Seguridad Social, con el límite del 50% de su importe, salvo que gocen de otro privilegio especial.
  • Créditos por responsabilidad civil derivada de delitos contra la Hacienda Pública o la Seguridad Social, con el límite del 50% de su importe.
  • Créditos por intereses de los créditos con privilegio especial, con el límite del 50% de los intereses devengados durante los dos años anteriores a la declaración del concurso.

Créditos ordinarios

No poseen ningún privilegio, ni especial ni general, ni están subordinados. Estos créditos se cobrarán después de los créditos privilegiados y antes de los créditos subordinados, según el orden de antigüedad de cada uno de ellos. Algunos ejemplos de créditos ordinarios son:

  • Créditos comerciales por suministros, servicios o mercancías.
  • Créditos bancarios por préstamos, créditos o descubiertos.
  • Créditos por arrendamientos o rentas.
  • Créditos por indemnizaciones por daños y perjuicios contractuales o extracontractuales.
  • Créditos por honorarios profesionales.

Créditos subordinados

Los créditos subordinados se encuentran en el último lugar en el orden de pago, después de los créditos privilegiados y los créditos ordinarios. Se cobrarán solo si queda remanente después de satisfacer a los demás acreedores, y sufrirán las mayores quitas o esperas. Algunos ejemplos de créditos subordinados son:

  • Créditos de personas especialmente relacionadas con el deudor, como los socios, los administradores o los familiares, hasta el cuarto grado de consanguinidad o afinidad.
  • Créditos por intereses, salvo los que gocen de privilegio especial.
  • Créditos por sanciones administrativas o penales.
  • Créditos por indemnizaciones por daños y perjuicios derivados de la actuación dolosa o culposa del deudor.
  • Créditos que no se hayan comunicado al administrador concursal en el plazo establecido.

Tipos de créditos concursales

Los créditos concursales se clasifican en distintos tipos según su naturaleza y las garantías que poseen. Cada uno de estos tipos tiene características y prioridades específicas en el proceso concursal.

Con garantía real

  • Definición: son aquellos créditos que cuentan con una garantía específica, como hipotecas o prendas. Estas garantías están vinculadas a bienes concretos del deudor.
  • Prioridad: tienen preferencia sobre los bienes o derechos específicos a los que están vinculados. Por ejemplo, un crédito hipotecario tendría prioridad en el inmueble hipotecado.
  • Ejecución: en algunos casos, estos créditos pueden ser objeto de ejecución separada, lo que permite a los acreedores recuperar sus deudas de forma más directa y rápida.
  • Importancia: son esenciales para los acreedores, ya que proporcionan una seguridad adicional en el cobro de la deuda.

Laborales

  • Relación con salarios e indemnizaciones: incluyen los salarios pendientes de pago a los trabajadores, así como las indemnizaciones laborales.
  • Prioridad en el concurso: a menudo, los créditos laborales gozan de un alto nivel de prioridad en el concurso debido a su naturaleza social y al interés en proteger a los trabajadores.
  • Cobro preferente: esto significa que se suelen pagar antes que otros tipos de créditos, reflejando la importancia de proteger los derechos de los empleados.

Tributarios y de seguridad social

  • Naturaleza: incluyen deudas con la administración pública, como impuestos y cotizaciones de seguridad social no pagadas.
  • Prioridad: aunque son importantes, su prioridad en el proceso concursal puede variar, dependiendo de factores como el tipo de impuesto o cotización y las leyes específicas aplicables.
  • Retenciones no ingresadas: un ejemplo común son las retenciones del IRPF de los empleados que no han sido ingresadas por la empresa.

La comprensión detallada de estos tipos de créditos concursales es clave para los abogados de derecho concursal en Madrid y cualquier entidad involucrada en procesos de insolvencia. Determinan el orden de pago en la liquidación del patrimonio del deudor, siendo esencial conocer su clasificación y prioridad para la gestión efectiva de tales procedimientos.

Obligaciones del deudor concursado

La principal obligación legal del deudor al declararse en concurso es elaborar un inventario exhaustivo con todos los créditos pendientes ese momento. Esto implica revisar los estados contables, facturas, contratos, garantías y cualquier documento relevante para identificar cada deuda existente. El objetivo es reflejar de forma clara y detallada todos los créditos, especificando su naturaleza y clasificación según la Ley Concursal.

Una vez finalizado el inventario, el deudor debe reconocer por escrito cada crédito incluido, aceptando su existencia y cuantía. Si algún acreedor no está de acuerdo cómo se ha reflejado su crédito, puede impugnar el inventario mediante un incidente concursal. De este modo se resuelve la controversia y se determinan de forma vinculante los términos definitivos de ese crédito.

Derechos de los acreedores concursales

Los principales derechos que asisten a los acreedores concursales son:

  • Derecho a cobrar los créditos según su clasificación y los posibles convenios alcanzados.
  • Derecho a personarse e intervenir en todas las fases del concurso, defendiendo sus intereses.
  • Derecho a proponer un convenio o acuerdo extrajudicial de pagos para cobrar todo o parte de la deuda.
  • Derecho a solicitar la liquidación de la empresa concursada, con el fin de cobrar mediante la venta de los bienes.
  • Derecho a impugnar el inventario de créditos en caso de no estar de acuerdo con algún aspecto.

Como ves, se trata de una materia compleja dentro del Derecho Concursal, sujeta a numerosas particularidades legales. Por ello, si te encuentras en una situación vinculada a los créditos concursales, lo mejor es que cuentes con el asesoramiento de abogados expertos en derecho concursal.

Relevancia del derecho concursal

El derecho concursal es indispensable para comprender el tratamiento de los créditos concursales. Este campo del derecho regula las situaciones de insolvencia, buscando un equilibrio entre los derechos de los acreedores y las posibilidades del deudor. La importancia del derecho concursal radica en su capacidad de proporcionar un marco legal para la reestructuración de deudas y la supervivencia de empresas viables.

Alcance internacional 

El derecho concursal internacional aborda la insolvencia de empresas con activos o acreedores en diferentes países. Esta disciplina busca coordinar procedimientos concursales en distintas jurisdicciones, lo que es crucial en un mundo globalizado.

Función del abogado concursal

Si no sabes qué es un abogado concursal, hay que decir que es un experto en esta materia y que cumple una función valiosa en la gestión de procedimientos concursales. Su labor no solo consiste en representar a los acreedores o deudores, sino también en asesorar en las mejores estrategias legales a seguir.

El papel de un abogado de derecho mercantil en Madrid se centra en asistir en aspectos mercantiles que se entrelazan con el derecho concursal, especialmente en el caso de empresas en dificultades financieras.

Los créditos concursales, su clasificación y tipos, son elementos clave en cualquier procedimiento de insolvencia. La comprensión de tales conceptos y la asistencia de un abogado especializado son fundamentales para gestionar de forma exitosa estos procesos judiciales de gran complejidad. En Cervera Peláez Abogados, nos comprometemos a brindar asesoría experta y detallada en estas áreas.

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